Durante la etapa adolescente, más o menos entre las 12 y los 16 años, suele ser la mejor época para iniciar el tratamiento de ortodoncia. El hecho de que ya hayan erupcionado todos los dientes definitivos y que el crecimiento craneofacial todavía no haya acabado, permite que el tratamiento sea más corto y muchas veces con mejores resultados.

A esta edad todavía estamos a tiempo de controlar y redirigir el crecimiento de los huesos de la cara aprovechando la última etapa de desarrollo, a la vez que vamos reubicando todos los dientes a su posición más adecuada. Así los movimientos dentales son biológicamente más naturales y en armonía con el desarrollo de los maxilares, del que resulta mucha más estabilidad cuando acaba el tratamiento.

De todos modos, aunque en la gran mayoría de casos el mejor momento de iniciar la ortodoncia esté en la etapa adolescente, a veces hay problemas que es mejor solucionarles antes. Lo más indicado es, pues, hacer una primera visita de ortodoncia cuando reaccionan los primeros molares definitivos, en torno a los 6 años, e ir haciendo revisiones periódicas durante el recambio a fin de que, en caso de que sea necesario, iniciar el tratamiento en el momento más oportuno.